viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Imágenes sensacionalistas o información relevante?

Fotos como las de Kevin Carter, en la cual aparece un buitre acechando a una niña moribunda en África y con la cual fue galardonado con el premio Pulitzer en 1992. Nos hace plantearnos: ¿Hasta qué punto una fotografía o una imagen publicada en un medio de comunicación es estrictamente necesaria? ¿Dónde termina la información y empieza el sensacionalismo?

No hay dudas que la fotografía de Carter es una imagen de una gran dureza visual y que puede provocar numerosas reacciones al verla. El propio autor vivió atormentado por ella, puesto que el propio autor reconoció que era la foto más importante de su carrera pero no quería verla, la odiaba, estaba arrepentido de no haber ayudado a la niña.

En mi opinión fotos como las de Carter tiene la intención de despertar al espectador, hacerle reaccionar al ver la dureza y crueldad de la misma. No creo que en ningún momento quisiera convertir en espectáculo, un tema tan preocupante como es la pobreza, el hambre. Lo que busca es que la gente reflexione y salga de su pasividad o ignorancia ante lo que esta sucediendo en el mundo. Aunque también es verdad, que salvando algunas excepciones, en la actualidad nos encontramos con unos medios cuyo enfoque y tratamiento de la información acerca de catástrofes naturales (Haití), guerras (Afganistán), etc. Tiende más en una búsqueda del morbo, despertar sensaciones inmorales, que en la objetividad y búsqueda de la verdad para ofrecérsela al espectador.

Cada vez es más frecuente ver imágenes de alto impacto visual, algunas de ellas, en muchas ocasiones, rozando lo macabro y lo grotesco. Fotografías que en sí tienen escaso valor desde el punto de vista periodístico y que muestran como cada vez el periodismo se aleja más de la información y lo que busca es atraer a los espectadores a través de imágenes que despierten sus más bajas pasiones. Un ejemplo claro lo tenemos en los telediarios (la cadena es indiferente), donde todos los días se abre la sección de internacional con heridos en el hospital o muertos por el suelo. Así como la sección de “Sociedad”, la cual única y exclusivamente está plagada de sucesos.




En este sentido y según mi punto de vista, la palma se la lleva el telediario de Telecinco presentado por Pedro Piqueras, donde la información está claramente marcada por la sangre. Así que parece que si nadie lo impide seguiremos con la dinámica de las cadena privadas en la que “todo vale” con tal de conseguir audiencia.


J.Rodríguez

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