sábado, 4 de diciembre de 2010

Imágenes: su fuerza e importancia

Teóricos defienden que el mundo del imagen ya la va. Entendiéndose imagen por algo capaz de nos conectar con una esencia que pertenece a un plan ideal y que se usa de imágenes para sé desvelar . Idea de imagen como algo que permite tocar “la cosa”.
Ora hoy vivimos aparentemente en el mundo de las imágenes. Se volver a pegar en la definición inicialmente introducida sobre imagen diría yo que no, que no vivimos en el mundo de las imágenes. Esto porque simplemente la imagen se vulgarizo, dejó de hacer “tocar”.
Pasando la conversación para el ponto que en este blog se pretende tratar, vejamos por ejemplo esa idea de vulgaridad aplicada a las imágenes periodísticas: será que aún conmueve alguien ver imágenes de niños africanos revestidos meramente de osos, llenos de porquería a su vuelta? La verdad es que estas son imágenes que retratan el sufrimiento humano en su exponente máximo. Pero, y entonces? El sufrimiento ya no llega a quien se depara diariamente con estas imágenes…
Bien, un paréntesis en todo esto: no creo que las imágenes tengan perdido su capacidad de ser imágenes, dígase así. Simplemente lo que ellas continúan a emanar perdió su fuerza. E eso sí, se debe a la vulgarización de imágenes de ciertas realidades. La habituación mató la sensibilización, yo creo.
Pero tampoco tomo esto como premisa dominante en este tema de las imágenes. Creo que así es de un modo general. ..o no viviésemos nosotros en la era del Facebook, donde las vidas, las experiencias, contactos, hasta pasiones se vulgarizaran por tanto ser exhibidas.
Así que de la vulgarización salta otra cosa, llamada sensacionalismo. Se ya todo es banal entonces que se recorra a el más grotesco para se intentar tocar algo.
Bien, creo que existen efectivamente imágenes que son solo utilizadas por sensacionalismo, usadas para criaren ciertas ideas tremendas.
Es este un tema presente en el ámbito periodístico, hasta que punto es informativo, hasta que punto ya es sensacionalismo. Alvo de este debate fue la fotografía de Kevin Carter premiada con un Pulitzer. En mi opinión es una foto tremendamente informativa por la carga simbólica que transporta. Y es de eso que se tratan imágenes informativas, su capacidad de contener un elemento simbólico tan fuerte al punto de nos hacer un retrato real.

Este elemento, esta transmisión simbólica es para mi la forma más lucida de dar una información. Es de esto que se trata la “magia” inherente a el concepto de imagen.
No, no vamos por ahí exhibir fotografías de muertos llenos de sangre y sesos esparcidos. Pero cuando es el caso de ser necesario tocar al extremo la sensibilidad humana en prole de una denuncia necesaria, las imágenes serán el aliado más capaz y más necesario para hacerlo.

Retrato esta idea con estas imágenes retiradas de una reportaje sobre la emigración clandestina en México, exhibidas en el Periódico Diagonal de 11 a 24 de Noviembre.











La banalización de las imágenes en nuestra sociedad mató la imagen en su papel de transmisión de esencia. Hay todavía imágenes que continúan a desempeñar su papel, cuando su carga simbólica nos permite tocar y llegar a lo que es necesario ser sentido.

Carolina Falcão

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Imágenes sensacionalistas o información relevante?

Fotos como las de Kevin Carter, en la cual aparece un buitre acechando a una niña moribunda en África y con la cual fue galardonado con el premio Pulitzer en 1992. Nos hace plantearnos: ¿Hasta qué punto una fotografía o una imagen publicada en un medio de comunicación es estrictamente necesaria? ¿Dónde termina la información y empieza el sensacionalismo?

No hay dudas que la fotografía de Carter es una imagen de una gran dureza visual y que puede provocar numerosas reacciones al verla. El propio autor vivió atormentado por ella, puesto que el propio autor reconoció que era la foto más importante de su carrera pero no quería verla, la odiaba, estaba arrepentido de no haber ayudado a la niña.

En mi opinión fotos como las de Carter tiene la intención de despertar al espectador, hacerle reaccionar al ver la dureza y crueldad de la misma. No creo que en ningún momento quisiera convertir en espectáculo, un tema tan preocupante como es la pobreza, el hambre. Lo que busca es que la gente reflexione y salga de su pasividad o ignorancia ante lo que esta sucediendo en el mundo. Aunque también es verdad, que salvando algunas excepciones, en la actualidad nos encontramos con unos medios cuyo enfoque y tratamiento de la información acerca de catástrofes naturales (Haití), guerras (Afganistán), etc. Tiende más en una búsqueda del morbo, despertar sensaciones inmorales, que en la objetividad y búsqueda de la verdad para ofrecérsela al espectador.

Cada vez es más frecuente ver imágenes de alto impacto visual, algunas de ellas, en muchas ocasiones, rozando lo macabro y lo grotesco. Fotografías que en sí tienen escaso valor desde el punto de vista periodístico y que muestran como cada vez el periodismo se aleja más de la información y lo que busca es atraer a los espectadores a través de imágenes que despierten sus más bajas pasiones. Un ejemplo claro lo tenemos en los telediarios (la cadena es indiferente), donde todos los días se abre la sección de internacional con heridos en el hospital o muertos por el suelo. Así como la sección de “Sociedad”, la cual única y exclusivamente está plagada de sucesos.




En este sentido y según mi punto de vista, la palma se la lleva el telediario de Telecinco presentado por Pedro Piqueras, donde la información está claramente marcada por la sangre. Así que parece que si nadie lo impide seguiremos con la dinámica de las cadena privadas en la que “todo vale” con tal de conseguir audiencia.


J.Rodríguez

¿Imágenes sensacionalistas o información relevante?

Criterios de noticiabilidad, reputación, estética, caída en el sensacionalismo, ética profesional... Ante un caso controvertido, el periodista se ha de plantear todo esto y mucho más. Ha de tener en cuenta todas las variables y las normas éticas. Por encima de todo e incluso del “vender más” el profesional ha de buscar el bien y ha de seguir el “libro de instrucciones” para llevar una conducta recta. En el fondo, como en cualquier profesión somos personas antes que periodistas. Veamos varios ejemplos prácticos sobre el límite entre el morbo y la información.


Caso 1. Atentado 11 de Marzo

El 12 de Marzo las victimas del mayor atentado de nuestro país fueron doblemente castigadas. El dia posterior cualquier tipo de derecho al honor o a la imagen de los protagonistas fue violada de forma continuada. Todos los medios mostraron en sus portadas, una vez más, las fotos más desagradables del hecho sin respetar el duelo ni el dolor de los familiares.

La cuestión es ¿ realmente alguna portada que mostraba los cadáveres de las victimas nos ayudaba a entender que pasó ese día y por tanto, nos proporcionaba nuestro derecho a la información, o por el contrario, solo aumentaban la impotencia, la rabio, el dolor, y de paso tambien el número de lectores? Si un titular explica que hay 200 muertos ¿una foto con trozos de personas esparcidas por el andén, como recogio la portada de El País, o cuerpos apilados en bolsas de plastico, como mostró el ABC, realmente aportaban nuevos datos de interés social a la noticia?

Caso 2. Accidente aéreo de barajas

El 20 de Agosto de 2008 las televisiones de nuestro país pusieron todos los medios posibles para informar del dramático accidente de Barajas. Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa, manifestó que lo visto sobre el accidente “fue un tratamiento muy profesional y serio y que en general”, los medios informaron con respeto, dignidad y dedicación”. "Pediría la comprensión hacia el periodista, ya que no es fácil trabajar en este tipo de situaciones extremas que conllevan una gran presión. Trabajar con situaciones de dolor es muy complicado y, a veces, es muy fácil hacer juicios rápidos”.






Cambios en la parrilla. Aquel fatídico día todas las parrillas se fueron adaptando, a medida que se iban dando a conocer los hechos , a la competencia y al bombardeo del últimisimo dato. Todos los magazines como Está pasando (Telecinco), Visto y oído (Cuatro) o Madrid directo (Telemadrid) dedicaron tiempo a aportar datos e imágenes de las últimas noticias del accidente. Hasta que llego un punto en que ya no había información, y entonces solo quedaba la tragedia humana y el dolor de los familiares, una forma para seguir mercadeando con una noticia que contenia mucho morbo.

¿Que esta pasando?



Informativos telecinco (imagen final)




Urbaneja recomendó en aquel momento una mayor separación entre información y entretenimiento. Es decir, programas de entretenimiento como Esta pasando o España directo, debian de prescindir de estas noticias en sus contenidos, ya que deberían ser periodistas especializados los que los tratasen. Por ello, solo los informativos podían informar de la tragedia. Una tragedia que se mostró en toda su crudeza, sin reparar en el daño que las imagenes publicadas podían hacer a los espectadores .


No hace mucho, la especial atención a todo aquello que resultaba truculento, atroz, cruel o violento quedaba reservada a determinados medios, programas o secciones; pero hoy, ese interés o atracción por lo desagradable se ha adueñado de los mensajes de los “mass media”. Todo en nombre de la audiencia. Curiosamente la controversia social surge, de manera especial y enérgica, cuando un medio de comunicación exhibe un contenido morboso vetado al resto de los medios. Es entonces cuando las voces que claman por una ética informativa se hacen fuertes; en cambio, cuando la miseria humana puede ser mostrada por todos los medios aparece el silencio.


Caso 3.) Cogida al torero Julio Aparicio


Al menos 27 periódicos españoles publicaron en su primera página la brutal foto de la cogida del torero Julio Aparicio, en Las Ventas. Todos los diarios de Galicia, Asturias, Cantabria, Cataluña, Baleares, Ceuta y Melilla tomaron la inteligente y valiente decisión de optar por una imagen espeluznante que no deja indiferente a nadie. Los únicos que no abrieron ese día el periódico con esa portada fueron Público y La Razón. Un caso que se repitio en todos los informativos de televisión. ¿realmente este hecho era tan importante para la sociedad española y por eso se le ddeddico gran espacio en todos los medios?




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Porque el morbo, considerado una patología social, tiene gran rentabilidad económica, quizás como afirman algunos sociólogos, por la necesidad inherente que tenemos los seres humanos de alimentarlo.Cabría preguntarse qué se esconde detrás de esta banalización de la vida humana ¿Todo vale en nombre de la audiencia? Si es así, la finalidad práctica del morbo en los “mass media” es meramente mercantil. La dignidad humana se convierte en otro producto de nuestra sociedad de consumo susceptible de ser comprada o vendida. Al mismo tiempo, los medios de comunicación de masas son también agentes productores y difusores de ideología y gracias al tratamiento banal de sufrimiento crean con sus mensajes multitud de mitos e imágenes estereotipadas y los extienden por doquier contribuyendo a justificar la violencia en su acepción más amplia.

Comunicar significa también compartir y sentir junto a los demás. Pero cuando los medios ocultan o falsean mensajes especialmente sensibles al espíritu humano en nombre de la audiencia, la información se convierte en mercancía y, por tanto, los medios de comunicación se transforman en medios que comercializan y venden la dignidad como espectáculo.

CONCLUSIONES



Por un lado consideramos que el público tiene derecho a estar informado sobre los acontecimiento, y por otro, es plausible completar la información omitiendo aquella parte que pueda herir la sensibilidad del telespectador y atentar contra la dignidad de la humanidad. Estoy de acuerdo en que en algunas situaciones ilustrar una noticia con una imagen explicitamente desagradable, siempre que aporte información, contraste hechos o sea una prueba, es aceptable perioditica y humanamente. Eso sí, cuando la imagen se publica solo porque de por medio hay un objetivo puramente lucrativo, entonces claramente esa información pasa de defender una postura digna en la sociedad a formar parte del espectaculo medíatico más detestable.


LOURDES DURAN