viernes, 26 de noviembre de 2010

La Normalidad de la desigualdad


La presente fotografía ha sido exhibida en la edición de 5 de Noviembre de 2010 del periódico Público.

Ilustra una noticias sobre las desigualdades sociales en el mundo, dando destaque a Latinoamérica, aunque esta foto presente una realidad en Filipinas, como se puede ver en la legenda.

Siendo el tema de las desigualdades sociales en el mundo actual muy habitual, creo que esta foto lo refleja muy bien.

Es esta una foto tan interesante, observamos la gran tragicidad que en ella emanada.


A primera vista es simplemente una fotografía desconcertante. Un monte de basura sin ningún tipo de orden: hierro, maderas, trapos, sacos perdidos, plásticos…la verdad, una mestura de colores calientes, aunque con olor de podrido, de donde, casi sin notarse, sale un mujercita, que, tranquilamente, mira por la ventana.

Creo que la idea del fotógrafo ha sido precisamente encuadrar este escenario de esta manera, poniendo la joven no en un lugar de destaque, aunque como simplemente más uno de los improbables elementos de la decrepita atmosfera.

Sí, me parece que la cuestión propuesta por esta fotografía surge en este punto: ¿que hace una persona humana en un lugar como este?
Así que de esta cuestión surge la dualidad que me parece también inscrita en la foto, pues se nóta que al mismo tiempo la joven filipina da una impresión de tanta normalidad al escenario, tornando así la foto aún más desconcertante.

Una idea de tranquilidad que viene de elementos como la ropa que seca al aire, de la propia postura de la joven que observa la vida fuera atraves de una ventana, con la sombrita del árbol a su lado…elementos que se podrían ver en un escenario normal de la vida domestica

Otra cuestión a destacar de esta constatación y podría ser ella la premisa a dejar planteando en el aire, como que reflexión ultima sobre la foto: como la propia vida humana se adapta a circunstancias tan inhumanas como la aquí exhibida. Como esa idea de vida domestica y cotidiana se puede sentir de manera tan pacifica mediante un contexto como en el que se encuentra esta chabola, como es posible que el día a día se desarrolle como si se estuviera en plena normalidad humana.

El contexto de cada uno hace su normalidad. Es increíble como esta idea pueda ser tan real. El fotógrafo la ha captado, tanto toda su tranquilidad como su crueldad.




Carolina Falcão

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